“Soy creadora en varias disciplinas artisticas, con una larga carrera como diseñadora de modas. Soy una artista inspirada por la naturaleza, lo que no se puede ver a plena vista, nuestros mundos internos y nuestra conexión astral. Mis diseños honoran a la belleza de la persona y dan fortaleza. Mi arte se enfoca en conectar con la fuente de energía pura que está en cada uno de nosotros y en todo.”
Violeta Villacorta, siendo miembro de la familia global, ha cultivado una gran visión ecléctica. Ella ve nuestras diferencias como algo que debemos acoger, respetar y de las cuáles podemos aprender. Estas diferencias son las que crean armonía en el mundo.
Violeta Villacorta nació en Lima, Perú. Sus primeros doce años los vivió en un marco rico, donde culturas indígenas milenarias han dejado una gran abundancia de arte, textiles, restos arqueológicos, costumbres y otros tesoros que continúan inspirando a generaciones siglos después. Su amor por el diseño empezó cuando era niña. A los 7 años, Violeta dibujaba muñecas y modas en papel, y cosía ropa para sus muñecas. Su madre, la directora de demografía en Perú y experta en estadísticas en las Naciones Unidas, traía telas e ideas de distintas partes del mundo en sus viajes de negocios, y las mandaba a hacer para sus hijos. Su tía Hermila, una costurera de alto nivel también la inspiró en su niñez. A los nueve años, cuando su padre, el ingeniero Abel Villacorta Vargas, murió repentinamente, Violeta ya había pasado años aprendiendo diseño con los arquitectos en la compañía de su padre.
Un traslado a los Estados Unidos en 1980 llevó a la familia a Nueva York, donde Violeta Villacorta estudió en el Colegio Internacional de las Naciones Unidas, el cuál promueve una experiencia utópica multicultural. A los 13 años ella decidió que el diseño sería su pasión y poco después empezó a tomar clases en el Instituto Pratt. Nueva York, siendo una ciudad cosmopolita y un gran centro de moda, inspiró un proyecto titulado “La Influencia de Culturas No-Occidentales en Culturas Occidentales.” Escrito cuando aún colegiala aseguró su admisión al prestigioso Instituto Tecnológico de Moda FIT. Este tema continua inspirando su trabajo.
En 1993, al ver una necesidad de crear ropa hecha con materiales ecológicos, Violeta Villacorta emprendió una línea de vestir y piezas únicas confeccionadas con fibras naturales y orgánicas que ella llama Elegancia Rústica. En los primeros años 90, se logró un interés en la protección del medio ambiente contra la destrucción del mundo natural. No siendo la corriente dominante, las tiendas que ofrecían las prendas Violeta Villacorta, lo hacían por su belleza y alta confección y no por la filosofía ecológica con la que estaban hechas. Actualmente, en estos últimos años, el enfoque se ha vuelto en torno a la protección del medio ambiente y han salido muchas líneas de vestir creadas con esta filosofía en mente. Lo que empezó como una necesidad de vestir a si misma y a sus clientes con prendas finas ecológicas hechas a mano, es ahora un arte que Violeta Villacorta quiere preservar.
Sus prendas han figurado en revistas nacionales e internacionales y en entrevistas en la televisión dentro de los Estados Unidos y Europa. A vestido a estrellas en el mundo de la música y el cine. Además, a exhibido sus prendas en MOCA Geffen en Los Angeles, California. Su lista de proyectos incluye una colaboración que hizo con el artista neo-surrealista KENNY SCHARF donde crearon prendas bordadas a mano con sus personajes; y por seis años trabajó como diseñadora en PATAGONIA, la compañía de ropa para deportes extremos, con la cual comparte la filosofía y práctica ética social y ecológica. En 2010, ella también creo la marca ORG by vio® con la cuál trabaja en colaboración con comunidades indígenas amazónicas para promover sus culturas y artes tradicionales para generar una economía sustentable para los guardianes de los bosques.
A la vez de trabajar en sus propios proyectos, Violeta hace consultorías con compañías en temas de sostenibilidad en diseño y producción, incluyendo temas ambientales y sociales, a la vez de incrementar ganacias. Ella también habla sobre soluciones sostenibles, disminución de la pobreza por medio del diseño, y su trabajo con artesnos Amazónicos indígenas.
Violeta Villacorta extiende su filosofía ecológica a su vida personal. Ella convirtió su primera casa, pequeña y espaciosa de 1000 pies cuadrados, en una casa solar eliminado por completo el uso de gas. Prefiere andar en bicicleta, caminar o patinar en vez de manejar y promueve el vegetarianismo orgánico local.
Además del diseño, con un espíritu creativo multifacético, a Violeta Villacorta le gusta crear arte y música. Pueden escucharla cantar en la película documental The Highest Pass y en la serie The Road to Dharma, donde ella comparte su voz.